LA SEXUALIDAD DE LOS JOVENES TRIQUIS COMO PARTE DE LA VIDA DE UN OAXACA LLENO DE TRADICIÓN Y COSTUMBRE.

*La sexualidad como parte de la vida, tiene su inicio, su desarrollo y su fin.
*Relato de un joven triqui como experiencia y camino de vida.


Cuando venimos al mundo lo que primero que oímos, en voz de la partera que nos ayude a “caer”, es de lo que deberemos hacer en la vida: crecer para ayudar a papá y a mamá, crecer para ser buen esposo o esposa; crecer para hacer florecer el campo, para llenar con nuestro trabajo muchas trojas de mazorca y para tener hijos que habrán de continuar la vida.

Nuestro primeros pasos los dimos de la mano de nuestros hermanos mayores y pegados en la espada de mamá recorrimos las fiestas y los trabajos, los cargos, las bodas y los entierros.

La casa ha sido el centro de la vida, allí uno se sumerge en lo real y fantástico de la vida del pueblo, mientras come y recibe el dolor del fuego. En este espacio delimitado con vigas de encino y techo de tejamanil hemos compartido nuestros sueños y despertando de cuando en cuando por el lenguaje producto de la entrega y de la realización as intimas de nuestros padres.

Varias veces la curiosidad nos mantuvo despiertos pero nos volvimos a dormir porque esto ha venido sucediendo desde que tenemos conciencia.

Cuando una tía paria un nuevo primo acompañamos a papá y a mamá, cargando un pequeño tercio de leña, para bañarnos junto con la tía de temascal. Allí conocimos los cuerpos de los adultos en su otra dimensión y con curiosidad observamos la desnudes de nuestros padres y parientes, aun que la curiosidad nunca era tanta porque esto también venía sucediendo desde que tenía conciencia.

Muchas veces sentados alrededor de la lumbre, desgranando las mazorcas, escuchamos historias de cosas que sucedían en el pueblo, nos enteramos cuando fueron a pedir a tal muchacha para que se casara con tal muchacho y cuando un señor casado y una viuda señora fueron encarcelados por que habían matado a su bebe recién nacido: los policías del pueblo los obligaron para que fueran a desenterrarlo de donde lo habían escondido, y despues, a plena luz del día el señor, y al señora y los policías llevaron el cadáver del bebe al panteón y lo enterraron como debe de ser. En esa ocasión entendimos el significado de la palabra “sigichra” que se refiere a la persona que tiene relaciones fuera del matrimonio y “suki’u” que quiere decir “ hijo bastardo”, supimos también de la expresión “giíaj duku” que se entiende “hacer objeto de burla” cuando de un señor que quiso obligar a una muchacha a tener relaciones sexuales con él.

Presenciamos alguna vez la plática de una abuelita que decía que sus papas la habían casado cuando todavía era una niña, “que ni pechos tenía todavía”, los primeros años de su vida “matrimonial” los pasó al lado de su suegra con quien dormía y solo tuvo relaciones sexuales con su marido cuando la suegra considero que ya tenía la edad.

Escuchamos de boca de nuestros padres que era necesario casarse de edad temprana para poder crecer junto con los hijos, y para tener la fuerza de trabajar en le campo juntos con ellos y para que tengan tiempo de aprender de sus abuelos, así cuando a penas las inquietudes sexuales tocaban la puerta, papá habría que decir que así como a los pájaros les llega el tiempo de buscar a su pareja para formar el nido así a cada uno de nosotros nos llegaban el tiempo de buscar alguien par que se encargara de encender la lumbre que cada día cocería los alimentos y calentaría el hogar.

En la semana de santa de ese año me dedique a observar a las muchachas del pueblo que participaron en las fiestas, en especial a las doncellas de la mayordomía de la virgen de Dolores de entre las cuales finalmente escogí a una y se lo dije a mi Padre ya que con la muchacha no éramos parientes cercanos, lo comunicó familiares y padrinos y a un tío abuelo como embajador ante los futuros suegros para realizar la petición.

Después de otras visitas de rigor y una vez acordada la cantidad en bebida, alimentos y dinero que serian entregados en la ceremonia, partimos una madrugada a iniciar la construcción de un nuevo nido. Cuando llegamos el embajador, los músicos y los parientes entraron a iniciar la ceremonia yo me quede afuera y entre hasta que me lo indicaron.

Adentro de la casa todos los familiares de la novia estaban sentados, los hombres por lado, las mujeres por otro, al centro una mesita sobre la que estaba puesta al revés, en señal de respeto, una servilleta tejida en telar de cintura y de frente el embajador quien se dirigía al representante de la familia de la muchacha. Todavía recuerdo las palabras con que aceptaban: “está bien señor padre respetable que vino a este lugar de mi vida momentánea.

Y acepte la palabra que me trajo. No puedo contradecir su palabra por que así ha sucedido con todos los que han tropezado y caminando por todos los rincones del mundo, así ha sucedido en cualquier lugar, entre ricos y pobres, así fueron nuestros padres y a ello debemos nuestra existencia”.

Después de las palabras de la mama a su hija “levántate para que vayas a cumplir tu deber como mujer, no eres la única que pasa por este camino ya que todas las mujeres debemos tener un hombre para hacer la vida”.

Para terminar la ceremonia, el embajador entrego una copa de aguardiente que estaba dentro de un plato, lleno de petalos de rosas blancas; tome la mitad, enseguida le ofrecí una copa de aguardiente a cada uno de sus familiares, saludándoles según la costumbre indica, como correspondía a mi nueva condición.

Al final escuchamos las recomendaciones de los familiares con lo cual nuestra sociedad nos inicio en la construcción de nuestra vida en pareja, en la construcción de nuestra sexualidad y en la lucha por nuestra vida.

Este es el camino que ha seguido la gente de nuestro pueblo, salvo raras excepciones. En actualidad ya no es para todos así, los tiempos están cambiando las costumbres.
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Publicado por radio superacion ecmc

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